y bueno

no sé expresar la atenta ingratitud que siento hacia los murciélagos pelados y angustiados por una discordancia.. nunca pude decir bien murciélagos
además no son criaturas marinas
y mis delirios son preocupantes.
una amiga me dijo, en plena confianza: "a veces siento que tu locura es demasiado para mí". En un principio me pareció gracioso. Después me dejó de hablar. Y bueno, prometo que nunca fue mi intención ser una mala influencia, un aspirante a la lunacia, la psycho depresión, la maníaco laberinto. Lo juro, por mis 13 tías y 19 dedos. En serio.
Una amiga parecida a la anterior, quizás hasta la misma, (verás, hoy en día ya no puedo ni distinguir, uno se pone viejo y los detalles y apellidos y q si kiki o titi o tutu y la .. ) pasan de largo.. ) me comentó que mi aparente felicidad la ponía nerviosa, la sacaba de sus estribos , la limitaba, enfurecía, dolía, ardía, creía que iba a llorar, ahí mismo, llorar por mi incapacidad de enojarme, o estar de mal humor. Después le confesé que elijo no hablarle cuando estoy de mal humor. e igual me dejó de hablar..
No pretendo transmitir ningún mensaje oculto ni apuntarle el dedo a nadie ni nombrar al loco y el sano.
Simplemente: no entiendo las mujeres.

Comments

Crispín said…
¿Cuál de tus diecinueve dedos no pretendés apuntar?
Jess said…
jaja y.. somos complicadas.. :P

y tu talento sigue igual de bueno que antes! jajaja
hace mil que no me pasaba por aca, asique decidi ver en que andaba tu blog.

Muy bueno!
besote

Jess
Tendrás que disculpar entonces que ellas no te entiendan a ti.

Salu2
Geraldine, said…
Me ha encantado como escribes, beso grande de otra porteña!
Anonymous said…
las mujeres somos como la poesía, no somos para ser entendidas.

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