mauricio

- Tenemos que hablar Mauricio. Tengo algo que decirte. Mauricio. Es importante. Mauricio mirame. Mauricio me podés prestar atención es la última vez que te lo digo, ¡Respondeme!
- Qué pasa.

- Nos vamos a tener que mudar.
- ¿Y eso por qué?
- Porque no nos va a alcanzar el espacio.
- ¿Y espacio para que querés? Esa maquinita de karaoke ya te dije mil veces no la vamos a comprar.
- No, eso no Mauricio.
- ¿Andas queriendo adoptar un perrito de la calle o algo así? ¿Por eso hinchabas el otro día con que te sentías sola durante el día? Mira tu telenovela, o mejor salí a caminar que no te vendría mal. O anda al gimnasio de una puta vez que vengo pagando la cuota hace tres meses.
- No Mauricio, no es eso. Y no me digas que estoy gorda.
- Yo nunca dije que estés gorda. El ejercicio hace bien.
- Yo hago ejercicio. Casi todos los viernes voy a bailar salsa con Chechu y Pani a Tropicana.
- Con esas dos malparidas que son como la garrapiñada, se las hacen en todas las esquinas.
- No hables así de mis amigas Mauricio. Vos terminás toda las noches en algún bar y yo nunca digo nada.
- Bueno pero a la mañana salgo a correr y me mantengo en forma, por más resacado que esté.
- Pero Mauricio yo no estoy gorda. Estoy embarazada.
- Justo lo que me faltaba, no me vengas con esas pelotudeces de nuevo.
- Pero enserio Mauricio. Esta -
- ¿Esta que? Si hace 4 meses que no hacemos nada, desde que te cortaste el pelo y te lo teñiste de rojo parece un travesti, ya te lo dije mil veces, no te toco ni con un palo hasta que vuelvas al rubio.
- Mauricio no me hablés así, sabés que me duele. Hoy me hice el test y me dio positivo, te juro que esta vez no es mentira.
- Y bueno, si no es mentira, no vas a esperar que me haga cargo, mío no es.
- Pero Mauricio nosotros somos una pareja, tenemos que acompañarnos en las buenas y en las malas.
- Bien que no me pediste que te acompañe en las buenas, cuando estabas abajo del padre de esa criatura, ¿y ahora querés que esté acá para las malas?
- Pero hicimos un pacto: ¡hasta que la muerte nos separe!
- No me lo repitás dos veces que en una de esas te caes por las escaleras y quedamos felizmente separados.
- Mauricio me estás rompiendo el corazón, fue una sola vez, te lo prometo, no debí haber tomado tanto, son cosas que pasan.
- ¿Y quién es el padre?
- No sé.
- ¿Pero no había sido una sola vez?
- Sí bueno. Pero eran más de uno.
- ¿Osea eran dos?
- Osea eran más de uno.
- Ah bueno, que plato. Mira con el bichito que me vine a casar.
- Mauricio perdoname. Quiero que entiendas, estoy muy arrepentida, vos sos el amor de mi vida.
- Bien que no me lo mencionaste hasta que se te infló la panza, sinverguenza.
- Pero yo sabía que ibas a reaccionar así, ¡no te quería lastimar!
- Ah, ¿lastimarme a mí? No nena, por mí no te preocupes, si hoy sale alguien lastimado de este cuarto sos vos.

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