querer

Forcejeó, intentó renegarse y golpear, parecía que se estaba ahogando, se le escapaba la vida entre los alaridos sordos, el vacío mudo, las paredes frías. Sus ojos tiemblan, su presente se derrumba, sufre una anagnórisis letal, se estruja el corazón y pronto se encuentra tambaleándose por el espacio, a oscuras, se mueve estirando la mano, en busca de un alivio, tropieza y se vuelve a levantar, su cabeza parece estallar, el cerebro sangrando culpa y engaño, se arrepiente, te juro, quiere decir, perdón, quiere decir, adiós, pero las palabras se confunden y todo parece dar vueltas, en una tensión y una amenaza, el destierro del pasado y el futuro que se desvanece, caen lágrimas ante la impotencia y cierra los ojos, confusión, los vuelve a cerrar, y pronto se encuentra en el piso, quiere arrastrarse, pero sus músculos se niegan a responder, su boca desamparada se cierra en una sonrisa triste, forzando la mandíbula, se prepara...
Un niño se acerca y la nota, en el callejón, y, con sus anteojos grandes y ojos azules y uniforme azul impecable, pregunta curioso:
¿Usted se ha atragantado con un yummy?

Comments

Crispín said…
¡Uh! ¡Hace cuánto que no como un yummy!
Muy bueno CAI, momento fulero para quien se iba y para el pibe que desconocía esa figura de la muerte, qué habrá pasado después..

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