silencio

[del cuaderno de la viajera tía]
Cuando el silencio te exaspera y tus manos buscan algo fresco para retorcer, cuando tus ojos pierden su usual vestimenta y se desnudan temerosos, solo así, en algún instante impreciso, se apodera de ti el presente, y sos vulnerable.
Las uñas rojas acarician esperanzas de un futuro intrigante, arañan retratos de Nietzsche, el beto y ana. Una huella tímida te deja pensando, un cruel símbolo del destino; se derrama la primera gota. Que euforia, escapar del despertador, arrimarse a un árbol y observar el humo...
Prendamos fuego los ascensores! Las salidas rápidas, los acertijos, los atajos hasta las sábanas. Después observemos como el individuo sufre cada escalón como el primero y el cansancio y su respiración apresurada llegan a un final al probar el aire fresco tras la ventana y, finalmente, el cemento duro del pavimento, y las miradas idiotas de los espectadores.
Así, dominaremos el mundo tía.

Comments

Crispín said…
Hoy mi psicólogo me hizo retorcer una bufanda. Creo que harían una linda pareja con tu tía.

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