solo un humilde pescador

Monólogo de un idiota XX

No pestañeé. Puse los billetes en mi bolsillo derecho del pantalón negro, y caminé con cuidado hacia la entrada. Al abrir, sonó una melodía atonal y confusa, y se detuvo sin razón alguna. Me llevé las manos a la cara y la froté, desdichado, al que afuera comenzaba a aclarar ya. Hice tres pasos cortos y pausados hasta el borde de la vereda, y me senté bajo un cartel oxidado de "No Estacionar". Llevaba la camisa afuera, con solo tres botones vivos y el cuello suelto. El nudo se fue desatando y pronto la corbata llegó al piso, como serpiente, hizo contacto con el asfalto y se alejó.

Ella estaba inmóvil, a solo unos metros, acostada en el medio de la calle. No podía distinguir la cara, pero tenía el pelo suelto y le faltaba un taco. La pollera blanca se le había levantado hasta el ombligo y flameaba con el viento, mostrando su carne.

Busqué un cigarrillo suelto entre mis agujeros, y estuve horas para prenderlo. El cielo lamentaba el amanecer. Yo también.

Me levanté con dificultad, ayudándome con una mano mientras sostenía el pucho en la otra. Unas cenizas cayeron sobre mi mano izquierda. Cerré los ojos ante un sentimiento de naufragio que me inundaba, me poseía, levantó ancla y me llevó como bote pescador a la deriva, y me deje llevar, y el agua y el viento me azotaban, y me deje azotar. Tenía la ilusión de encontrarme con una orilla, pisar tierra firma, pero no duró mucho.

Pronto solo quería que las corrientes indecisas se decidan.
[Para todos los que creían al idiota muerto [me incluyo], volvió. No pude evitarlo :/ ]

Comments

Anonymous said…
Ahora tenes que escribir algo sobre mi flequillo divino !! jajaja
me ncanta lo q escribis ;) segui asi
Besitos
venite a la fiesta d egresados!!
te kiero
bai
Les

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