Otros y yo


Monólogo de un idiota XXII

La radio perdió la señal y chasmuqueaba las voces de mi escapar. También el mate frío.
Por la ventana, los otros. Los camiones, el humo, el perdoname, el movete, el donde estas. Adentro: mis dudas, mis porqués.
El saco descansaba muerto sobre el piso, arrugado y sucio, se mostraba orgulloso. Yo me encontraba en la alfombra, con la espalda en la pared, sentado, entre el vodka y el que pasó.
Estaba casi desnudo, con los ojos vacíos espiando mi aparente eternidad. A mi derecha, la puerta al pasillo estaba abierta y veía sombras pasar, a una velocidad superior a mi capacidad y consciencia en ese momento. Exigían mi atención. Intenté concentrarme. Escuché el ruido tan común de llaves y puertas, teniendo el sexo más íntimo y pasional.
Quise sentir envidia, odio, algo.
No lo logré. El reloj soltó una carcajada monótona, burlona; morbosa. Son las 5 am. Es hora de morir, para volver a renacer.

Comments

Andru said…
Muchas imágenes terriblemente poéticas y claras.

Muy bueno
Crispín said…
Boludo, sos un artista. Así de simple.
Diego M said…
Que buen texto!!!!!
Como dijo Andru, muchas imágenes.
Pero muy bien manejados los tiempos también, y el contenido: un gancho al hígado (casi como una botella de vodka)
Abrazo!!

PD: che, de más está decirte que cuando quieras podés ilustrar alguno de mis textos, si es que ellos piden ser dibujados, o si es que vos les encontrás algo interesante :-)
lo leí/viví como un cortometraje...

besos
Gala said…
hola, mi vida.

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