Como si al dibujarte desnuda,
sobre un atril sinverguenza,
perdería el encanto tu timidez,
la falacia al ocultar
que me robaste
mis pinceles.
Si al escribir sobre tu piel,
al tatuar tu insignia prometedora,
olvidaría las cosas más simples,
como caminar,
y subir escaleras,
lo pensaría.
Antes,
sigo buscando el absoluto,
nublar mis ambiciones,
satisfacer mis miedos,
volar.

Comments

Zoe said…
... satisfacer mis miedos...

¿Sabía usted que a veces el temor se confunde por pasión?

Me pregunto si no podrá ser al revés... em lo stoy cuestionando seriamente por estos días.

A todo esto, me ha gustado mucho su escrito.
Siempre un agrado volver.

Le mando saludos desde La Clínica... y ¿por qué no? hasta quizás un poco de miedo (que en estos días me sobra)
Gala said…
Cai,
Usted sabe que la tía Gala anda ocupada con sus derroches de sueño, así que dejemos la devolución del libro para más adelante, además usted había hecho ademán de adueñarse del librito (si es así tendré que dedicarle unas palabras en la primer hoja, como tiene que ser) Pero, más importante aún che, que no se me olvide de charlar con Zarathustra.

P/D: dónde encontraste lo del Marqués de Sade? Es cierto que no me gusta la luz y que a veces me duele la muela.

Vos sos un poeta.

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