capas

Monólogo de un idiota

Me pongo un zapato derecho, una media izquierda, la corbata más aburrida y el pantalón de verano cuando es invierno porque me olvidé de lavar el otro.

Y salgo y me tomo algo, un colectivo o un tren, capaz si estoy tarde y es lunes corro, porque uno piensa que si corre llega más rápido. pero no. llego tarde igual.

O capaz ni me subo, si total siempre estoy tarde, nunca temprano, nunca lo suficiente temprano, y me meto en una galería que queda sobre Cabildo, Las Vegas me parece que se llama, y veo si esta vez me animo a entrar al sex shop que hay en el fondo.

Y capaz ni entro a la galería porque en el fondo sé que no hay nada, y camino por ahí, tentándome con vidrieras y minifaldas en un día frío, casi helado, donde uno espera que la nieve vuelva a caer como en el 58, pero esas cosas no pasan más, y además a nadie le importa, todos van hacia algún lado menos yo.

O en vez de tomarme un tren me tomo un vodka, y me olvido un poco del laburo, quién sabe, capaz hasta me olvido de mi sombra y mi pasado, que parecen perseguirme a todos lados, sobre todo cuando estoy despierto, y por eso a veces no quiero estar despierto, si total es lunes y llego tarde y hasta en las pesadillas la paso mejor.

Y en una de esas me canso de subirme a colectivos y trenes y galerías llenas de nada y quiero parar, quiero darle un portazo a esa especie de puerta giratoria monstruosa que es la rutina, pero no, y me quiero ir pero no puedo y capaz puedo pero no quiero. y capaz no debo.

No sé.

Me asusta decir no sé a veces pero hoy no.

Y capaz que es eso, como una puerta giratoria, entre dos cosas opuestas como la vida y la muerte, o el sexo con la compañera de oficina de la que no te podes acordar el nombre y las reuniones de familia con la abuela gruñona y todas sus historietas y arrugas, todas repetidas. o entre el vagabundo que te pidió una moneda con una sonrisa de felicidad casi repugnante...

No sé.

No deberían estar felices los vagabundos, si no trabajan, no hacen nada, juntan basura y ni se bañan, y yo laburando y preocupado por llegar tarde, por la hora y por el día, hasta por el puto cumpleaños de mi sobrina, al que nunca llegué, y ahora ni me habla. eso no es justo. nada es justo...

No sé.

Hoy no importa.

Mañana me voy a levantar temprano y me voy a poner una corbata amarilla.